LUIS MONTI. EL ÚNICO FUTBOLISTA QUE JUGÓ 2 FINALES DEL MUNDIAL PARA 2 PAÍSES DIFERENTES, PERO NO LO DISFRUTÓ.


LUIS MONTI

EL ÚNICO FUTBOLISTA QUE JUGÓ 2 FINALES DEL MUNDIAL PARA 2 PAÍSES DIFERENTES, PERO NO LO DISFRUTÓ.


Luis Monti, nació en Buenos Aires, Argentina el 15 de enero de 1901.
Jugó en Huracán, Boca Juniors y San Lorenzo, allí se hizo conocido con el apodo “Doble Ancho” por su tremendo físico.

Fue campeón argentino con el San Lorenzo en 1923, 1924 y 1927, luego con la selección argentina campeón de la Copa América en 1927 y subcampeón en las Olimpiadas de Ámsterdam 1928. 

Disputó el primer Mundial de Fútbol, el de Uruguay 1930.  Argentina llegó a la final con Uruguay, se jugaba el Clásico del Río de La Plata en la Final del Mundo.
Las puertas del Estadio Centenario de Montevideo se abrieron 6 horas antes del inicio del partido y 2 horas antes el estadio estaba lleno.


En el camarín, justo antes del comienzo de la gran final, Monti se encontraba muy nervioso y retraído. Estuvo llorando tras haber sido amenazado de muerte en los días previos a la final: si Argentina ganaba la final, Monti y su familia sufrirían las consecuencias.


Luis Monti - Selección Argentina. Foto: Wikipedia


Monti jugó muy mal todo el partido. Estaba aterrado. Su compañero Francisco Varallo dijo: "Si un uruguayo se caía, él lo levantaba. Monti no debió jugar aquella final, estaba muerto de miedo". Uruguay ganó la final contra Argentina por 4-2 y Monti salvó la vida, pero en Argentina lo odiaron para siempre, la afición y la prensa lo responsabilizaron de la derrota e incluso San Lorenzo le rescindió el contrato.

Monti creía terminada su carrera, hasta que aparecieron dos emisarios italianos que le ofrecieron un contrato de 5.000 dólares mensuales con la Juventus de Turín. 

Estos emisarios eran, Marco Scaglia y Luciano Benti, dos espías a las órdenes de Mussolini. Eran los mismos hombres que, meses atrás, utilizando unos anónimos, habían amenazado de muerte a Monti antes de la final contra Uruguay.
"Dentro de 90 minutos sabremos si tendremos que matarlo a él, a su madre u ofrecerle dinero para que defienda a Italia en el próximo Mundial", habría comentado uno de los dos espías.

Monti en la Juventus. Foto: Wikipedia
Monti aceptó la oferta. En la Juve, consiguió 4 títulos consecutivos (1931-1935). Monti se nacionaliza italiano (en esa época un jugador podía jugar para diferentes países) y juega en el Mundial de Italia 1934, Mussolini estaba obsesionado con ganar el título en casa y presionaba constantemente al seleccionado azzurro, "Vencer o morir", era la consigna del Duce, Italia tenía que ganar su Mundial como fuera, la derrota no era opción.

En cuartos de final, Italia se enfrentó a España, una batalla campal en la que terminaron lesionados 7 españoles y 4 italianos, el partido terminó 1-1 y al día siguiente se jugó el desempate en el que ganó Italia 1-0. "Menos mal que ganamos. Mejor dicho, ganó Monti. Les pegó a todos, creo que hasta al seleccionador español. El árbitro no vio nada en el gol de Meazza y los españoles le querían matar. Pero eligió: si lo anulaba le mataban los italianos", indicó Raimundo Orsi, otro de los argentinos nacionalizado italiano junto a Atilio Demaría y Enrique Guaita.

En semifinales, con otro arbitraje localista, Italia derrota a Austria 1-0 y llega a la final contra Checoslovaquia.
El día antes de jugar el partido decisivo, Mussolini bajó a los vestuarios y le dijo a los jugadores: "Señores, si los checos son correctos, seremos correctos. Eso ante todo. Pero si nos quieren ganar a prepotentes, el italiano debe dar el golpe y el adversario caer. Buena suerte para mañana y no se olviden de mi promesa". Al finalizar su discurso, se llevó las manos al cuello simulado el gesto de un corte.

El día de la final contra Checoslovaquia, los italianos estaban muy nerviosos, por la posibilidad de ganar la Copa del Mundo y porque sus vidas estaba en juego. El primer tiempo terminó  0-0 y Mussolini fue a hablar directamente con el entrenador, Vittorio Pozzo: "Señor Pozzo, usted es el único responsable del éxito, pero que Dios lo ayude si llega a fracasar".

Monti - Selección de Italia. Foto:Radio Carmelo 

Pozzo asustado se dirigió a los jugadores: "No me importa cómo, pero hoy deben ganar o destruir al adversario. Si perdemos, todos lo pasaremos muy mal".

A los 76 perdía Italia 1-0, a los 81 empata Orsi, en la celebración del gol, Orsi notó que Monti le estaba dando patadas como un loco y le dijo: "Quieto, Luis, no me pegues más, que no soy un rival. ¡Deja de darme patadas!". Monti respondió: "Es que nos salvaste la vida".

Al final Italia ganó en el suplementario 2-1, ganaron la Copa y salvaron sus vidas.
Monti años después confesó "Si en Uruguay ganaba me mataban, y si en Italia perdía me fusilaban. Era mucho para un futbolista". Murió a los 82 años en Argentina en 1983.

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