Cábalas y Maldiciones en el Fútbol


Cábalas y Maldiciones en el Fútbol

En el fútbol muchos futbolistas y entrenadores tienen cábalas que las repiten siempre para “ayudarlos” a ganar partidos o campeonatos. Aquí les presentamos algunas de ellas:

Carlos Salvador Bilardo, entrenador argentino, campeón del mundo en México 1986 prohibía a sus dirigidos comer pollo, cuando entrenaba a Estudiantes de La Plata, antes de cada partido iba a la estación del tren a las 6 de la tarde y se quedaba hasta que pase el tren. También siempre llevaba a los partidos una estatua de la Virgen de Luján, además en el bus, los jugadores debían sentarse siempre en el mismo sitio y el trayecto al estadio siempre era por la misma ruta.

Sergio Goycochea, el arquero argentino famoso por tapar varios penales en Italia 1990, orinaba en la cancha antes de cada partido, la primera vez lo hizo porque no aguantaba, y ese día tapó 2 penales, así que lo siguió haciendo.

Alfio “Coco” Basile, cuando entrenaba al Boca Juniors hacía que su ayudante “Panadero” Díaz tenga el bolsillo izquierdo de su pantalón lleno de talco y tenía que tener la mano metida en él. Cada vez que atacaban a Boca, tenía que tocar el talco y cuando Boca hacía un gol, el Panadero debía sacar la mano y palmearle la espalda al Coco y dejársela llena de talco.

Arshavin, jugador ruso, no habla con su esposa desde el día anterior al partido.

John Terry, defensa inglés del Chelsea, siempre se sienta en el mismo lugar del bus, le da vuelta a una cinta 3 veces alrededor de sus medias y siempre escucha el mismo CD de música en el trayecto al estadio, pero lo más importante, siempre usa el mismo urinario en el baño del estadio.

Adrian Mutu, delantero rumano de la Fiorentina, siempre usa la misma ropa interior para los partidos.

Laurent Blanc, en el mundial de Francia 1998, antes de cada partido le besaba la “pelada” al entonces arquero Fabian Barthez.

El volante italiano Gennaro Gatusso, en el mundial de Alemania 2006 todos los días usaba la misma chompa, así estuviera haciendo mucho calor, no se la sacaba en todo el día.

El arquero colombiano René Higuita, en los partidos siempre usaba un calzoncillo azul.
Hugo Sánchez, Gary Lineker y el gran Ronaldo en los calentamientos nunca pateaban al arco para que no se gasten los goles.

El entrenador italiano Giovanni Trapattoni, regaba el banco de suplentes con agua bendita que le enviaba su hermana monja.

El arquero chileno de la U. Católica, Patricio Toledo colocaba un osito de peluche en el arco, un día el delantero brasileño del Rangers, se lo quitó y lo lanzó a la tribuna, el arquero desesperado fue a buscarlo pero lo devolvieron destrozado.

En los años 60, Pelé pasaba por una sequía de goles, él creyó que fue porque le había regalado una camiseta a un hincha, Pelé envió a un trabajador del club a que consiga su camiseta, que la recuperara y se la trajera de vuelta, el trabajador consiguió otra pero le hizo creer a Pelé que era la misma, y se terminó la sequía.

En entrenador francés Raymond Domenech antes de cada partido le consulta a los astros quienes deben jugar y quienes no, en el mundial de Sudáfrica 2010 no convocó a ningún jugador del signo de Escorpio.

Johan Cruyff, antes de comenzar a jugar los partidos con el Ajax de Holanda se acercaba al arquero del equipo, Gert Bals, y le daba una palmada de la buena suerte en la panza. Además escupía un chicle en el lado de la cancha del equipo rival.

El jugador y entrenador brasileño Mario Zagallo, sufrió una enfermedad del estómago que pudo quitarle la vida. Cuando se recuperó comenzó a venerar a San Antonio de Padua, cuya fiesta es el 13 de junio. Desde entonces utilizó el número 13 siempre que podía. En la camiseta, se compró un su departamento en el piso 13 y se casó un 13 de enero. Dicen que cuando entrenaba tenía preferencia por futbolistas cuyos nombres tenían 13 letras.

Ricardo Gareca, entrenador argentino de la selección peruana, llevó a Perú al mundial de Rusia 2018 después de largos 36 años sin poder clasificarse a un mundial. Lo logró con sus conocimientos técnicos y tácticos y con la ayuda de sus cábalas, la primera, prohibido el color verde, nadie en su entorno puede tener alguna prenda de ese color (eso desde que Argentina perdió en Italia 1990 con Camerún 1-0, Camerún utilizó en ese partido su tradicional camiseta verde), antes de cada partido debe tocar a una novia, antes del partido en el que Perú venció a Uruguay 2-1 en la concentración de la selección Gareca se encontró con una pareja de novios que estaba haciendo una sesión de fotos, tocó a la novia, se ganó el partido y quedó como requisito antes de cada partido, buscar una novia y tocarla. Otra cábala, todas las personas que van en el bus del equipo, desde la concentración al estadio, deben estar en el bus de regreso y en la misma ubicación. Tampoco permite escuchar canciones de Marc Anthony, cuando dirigía al Independiente Santa Fe en Colombia tuvo una racha de malos resultados, culpó al cantante porque era escuchado por los futbolistas del equipo.

El fútbol también tiene sus maldiciones, algunas raras y famosas son las siguientes:


El América de Cali, en el año 1948 quería pasar de ser un club amateur a ser uno profesional. Benjamín Urrea, hincha desde la fundación del club, no estaba de acuerdo con esto, se retiró de la asamblea diciendo esto: "Que hagan del América lo que quieran... pero juro por Dios que nunca serán campeones", la maldición duró 31 años.

En 1991 el Quilmes, de Argentina, recurrió a una bruja para que perjudicara a Gimnasia de Jujuy.

Dora, la hechicera, cumplió con su trabajo pero la dirigencia no le quiso pagar, Dora los maldijo por trece años en la B.

Quilmes se quedó muchas veces a punto de ascender pero no lo podían conseguir, hasta que los dirigentes varios años después fueron a buscar a la bruja para quitar la maldición, pero lo bruja había muerto. En el 2004, 13 años después de la maldición Quilmes logró subir a la primera división argentina.

Los hinchas de Independiente de Argentina, aburridos de los éxitos de Racing en los 60's, maldijeron a su vecino y enemigo.

Un grupo de hinchas del Independiente, enterró siete gatos en la tribuna popular del estadio donde jugaba Racing, luego de esto Racing no pudo ganar ningún campeonato y en el arco donde habían sido enterrados los gatos siempre fallaban los goles.
Luego de años, hichas del Racing, cavaron en la cancha y lograron desenterrar 6 gatos, pero seguían los malos resultados, inclusive bajaron a la segunda división. En 1998 se removió el terreno del arco y encontraron los restos del sétimo gato, Racing salió campeón argentino el 2001.

En 1962 el Benfica era uno de los mejores equipos europeos, tenía como estrella a Eusebio y al entrenador húngaro Béla Gutman. Salieron campeones europeos los años 1961 y 1962, luego de la final del 62, los dirigentes tuvieron una discusión con el entrenador y no le renovaron el contrato, el húngaro se fue, pero dijo esto: "Nunca, ni en cien años, en Benfica va a volver a ganar un título en Europa". Luego de esta maldición, el Benfica ha perdido 8 finales europeas y no ha podido ganar ninguna.

En 1937, en Brasil, un hincha de un equipo al que el Vasco da Gama había goleado 12-0 enterró un sapo en la cancha de Vasco da Gama, y lanzo su maldición: “¡Que el Vasco no salga campeón por doce años! ¡Que no salga, si hay un Dios en los cielos!”.
Durante años, hinchas y dirigentes buscaron el sapo en la cancha y en sus alrededores. Nunca lo encontraron. A pesar de que el equipo contrató a los mejores jugadores de Brasil, no lograba salir campeón desde 1934. En 1945, el club gano el trofeo de Río y rompió la maldición.




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